El teatro de títeres íntimo de Moon Jaehyun y el legado de Kim Pernelle

Por Jungmin Song (Traducción: Ana Díaz Barriga)

Beng Jeohnghwan en ¡Encuentra la estrella del norte! (2022) por Atto

En 2021, el Festival de Títeres de Chuncheon subió vídeos de espectáculos de títeres coreanos, hechos por titiriteros coreanos, a YouTube por un tiempo limitado. Viviendo en el extranjero, rara vez tengo oportunidad de ver espectáculos de títeres coreanos. Verlos en mi computadora no podía reemplazar la experiencia del teatro en vivo, pero aprecié la oportunidad y vi tantos como me fue posible.

Un momento particular, que fue realmente cautivador, ocurrió en un show llamado 북극성을 찾아랏! (¡Encuentra la estrella del norte!). La obra estaba basada en la vida de Bang Jeonghwan, un nombre familiar en Corea; reconocido escritor para niños y activista por los derechos de los niños durante la ocupación japonesa (1910-1945). El títere de varillas de Bang era de 20 a 22 cm de alto aproximadamente, con cachetes rechonchos y una barriga redonda, y era manipulado desde atrás. Los dedos de la titiritera asomaban por la manga derecha, agarrando un lápiz, mientras que la otra mano controlaba la parte de atrás de la cabeza del títere. Bang estaba sentando en un escritorio, escribiendo. Garabateó algunas líneas, arrugó el papel, y lo tiró. Agonizante, repitió esta acción una y otra vez. Me noté pensando que podía sentarme y ver a este títere escribiendo y desechando papel por horas. El títere era manipulado sin un rastro de fragilidad. Era preciso, simple, y lleno de vida—completamente cautivador a lo largo del espectáculo.

Curiosa, busqué a la titiritera y descubrí su nombre: Moon Jaehyun. Me di cuenta de que había conocido a Moon antes, en 2018, cuando organicé una pequeña reunión de titiriteros coreanos junto con los profesores Kathy Foley y Matthew Isaac Cohen, dos investigadores estadounidenses de teatro de títeres, durante el Festival del Arte de los Títeres en Seúl (Seoul Art Puppetry Festival). Un recuerdo resurgió: Moon había puesto una pequeña carpa en un rincón del salón de reuniones e invitó a mi hija de dos años dentro. Un títere con largo cabello rizado y una boina roja, sentado frente a un caballete, hizo un retrato de ella. En ese momento yo estaba demasiado ocupada coordinando la reunión para procesar por completo los espectáculos a mi alrededor. Después de que ¡Encuentra la estrella del norte! de Moon me deslumbrara, comencé a contemplar la delicada intimidad de El atelier de Mallo (Mallo’s Aterlier), su espectáculo para un solo espectador, en el que un miembro del público se sienta a unos pocos centímetros del títere haciendo contacto visual directo con él. Me pregunté: ¿fue la confianza en sí misma de Moon como titiritera lo que la hizo experta en actuar con tanta cercanía, o fueron años actuando de esta manera lo que cultivó su habilidad de conectar tan profundamente con su público?

El títere Mallo haciendo un retrato el El atelier de Mallo (2019) de Moon Jaehyun

Finalmente tuve la oportunidad de ver a Moon actuar en persona, cuando me invitaron al Festival de Títeres de Chuncheon en 2022 para un simposio que coincidió con la Asamblea General de la AVIAMA (Association Internationale des Villes Amies de la Marionnette). Ahí experimenté otro de sus trabajos íntimos, 허둥 의원 (Heodung, Doctor de Medicina Oriental). Moon puso un escenario, del tamaño de una laptop, en una mesa pequeña que estaba metida en un rincón de un recinto al aire libre atestado de titiriteros coreanos e invitados del simposio conversando e intercambiando tarjetas de presentación. Entre la plática animada, Moon invitaba a dos miembros del público a la vez a que se sentaran y se pusieran audífonos. El doctor Heodung, un títere pequeño de un hombre de mediana edad, examinó mi cara y mis manos, me tomó el pulso, y me recetó medicina. Aunque la voz que escuché por los audífonos había sido pre-grabada y la receta no estaba personalizada para mí, la experiencia se sintió increíblemente directa e íntima. Las manos pequeñas del títere tocaron las mías, sus ojos miraron mi cara. Este encuentro íntimo con el pequeño títere me absorbió completamente, haciendo desaparecer el alboroto a mi alrededor, intensificando mis sentidos.

Moon comenzó su carrera con los títeres en 1993 con la Compañía de teatro de títeres de Seúl, uno de los primeros teatros de títeres modernos de Corea, fundado en 1966. La compañía, conocida por usar títeres de hilo, varillas y manos, manipulados por titiriteros ocultos, ha sido el lugar de entrenamiento de muchos de los líderes titiriteros de Corea que están activos hoy en día. En los inicios de los 2000s, conforme el teatro de títeres de estilo bunraku—en el que los titiriteros visibles comparten el escenario con sus títeres—se hizo más común, Moon también actuó usando esas técnicas. Después de tomar un descanso de su carrera para cuidar a su familia, reemprendió su carrera en el teatro de títeres asistiendo a talleres de entrenamiento profesional en el Teatro de Títeres de Chuncheon, eventualmente estableciendo su propia compañía, Atto (que significa regalo) en 2017. Desde ese entonces, se ha enfocado en desarrollar espectáculos de pequeña escala que subrayan las conexiones íntimas entre títeres y públicos.

Cuando primero me enteré de que Moon estaría presentando una pieza de títeres de sombras combinada con dibujo en vivo en el Festival de Títeres de Chuncheon en 2025, me sorprendí. Parecía una desviación del estilo de espectáculos íntimos en los que sobresale. Curiosa, hablé con ella acerca de cómo decidió llevar a cabo este proyecto.

Este espectáculo en particular, Un jour, il vit une pie (Un día él vio una urraca), fue originalmente creado por Kim Pernelle, una titiritera coreana que pasó gran parte de su carrera en Francia. Kim entró en el teatro de títeres a través de un taller con el titiritero francés Alain Roussel en el Consejo Francés en Seúl en 1980. Ella fue aprendiz de Roussel en París, luego volvió a Corea y trabajó como titiritera. Más tarde estudió en el École Nationale Supérieure des Arts de la Marionnete (ESAM) en Francia, graduándose en 1989, y permaneció en Charleville-Mézières, Francia, hasta su muerte en marzo de 2024. Yo había oído de su espectáculo con un libro troquelado, Je me souviens (Yo me acuerdo), que mostraba los recuerdos de su infancia en Corea, y que hizo un tour por Europa después de su estreno en 2009. Aunque no me di cuenta en ese momento, Kim era muy respetada en la comunidad de títeres coreana. Apoyaba a los artistas coreanos que visitaban Charleville-Mézières para el festival bienal de títeres. Después de su muerte se llevó a cabo un servicio conmemorativo para ella en Chuncheon, donde Moon presentó un fragmento de Je me souviens.

Moon Jaehyun representando el episodio de la mariposa del Libro de Zhuangzi en Un día él vio una urraca (2025)

Moon estrenó su adaptación Un jour, il vit une pie el año pasado, poco después de la muerte de Kim. El trabajo original, inspirado por las parábolas del sabio Taoísta Zhuangzi, fue la pieza de graduación del ESNAM de Kim en 1989, con la que viajó ampliamente por Europa. Su última presentación fue en el Teatro Nacional de Corea en 2017. Conforme la salud de Kim se deterioró, Moon expresó su deseo a Kim y a su familia de continuar presentando la pieza, y recibió su bendición. También ganó el apoyo de Yoo Hong-young, un mimo y artista de títeres coreano de primera generación, y colega cercano de Kim. Para esta nueva versión, que se presentará en el festival, Yoo acompañará el espectáculo con un tambor y una campana.

La parábola más conocida del Libro de Zhuangzi es la historia de un filósofo que se pregunta si es un hombre soñando que es una mariposa, o una mariposa soñando que es un hombre. Las historias se cuentan a través de títeres de sombras, con dibujos sobrepuestos hechos en vivo con pincel en una pantalla iluminada por luz de vela. Moon presentará once cuadros del texto, habiendo agregado tres cuadros nuevos al repertorio original de Kim.

Estoy interesada en cómo la habilidad maravillosa de Moon de crear una conexión íntima entre los títeres y los espectadores se trasladará en este formato, donde ella estará oculta detrás de la pantalla. Espero que sus manos mágicas, que dan vida a los títeres, aseguren que el legado de Kim siga prosperando, alcanzando a nuevos públicos en los años por venir.